La educación social y la teoria de la confianza

Rondaba en mi cabeza desde hace escasas semanas y finalmente ve la luz, esta pequeña reflexión constructiva y positivista, a pesar del titular que nos ocupa. Partamos de la base, que aún basándose en casos reales y particulares del planeta Educablog y la familia que la formamos (lectores y redactores, a la par), la intención primordial es poder debatir y reflexionar acerca de nuestras prácticas e idearios profesionales. Con más o menos acierto, pero con educación y respeto a las opiniones divergentes.

Partiendo de esa base, dos compañeras y lectoras de Educablog en su versión facebook, al hilo de una información sobre el trabajo en un centro de menores se preguntan recientemente por la profesionalidad o vocación de los miembros de Educablog en esta nuestra profesión. En esa línea, se cuestionan el porqué de primar noticias negativas del sector (ámbito de menores, principalmente) y nuestra capacidad de crear una opinión nociva al respecto, ligada al miedo.

Otra lectora, nos alerta de que “ no todo vale ” en el mundo de la opinión o el ideario, dado que las fuentes en ocasiones pueden estar contaminadas. El caso, es un spot publicitario de Coca-Cola, con cierta sensibilidad a nuestro entender.

Repito, los miembros de Educablog entendemos la bitácora como un ejercicio libre de expresión, debate y reflexión. No solemos rebatir cuestiones del mismo, principalmente porque es abierto y de tod@s, cediendo la herramienta como si de un altavoz social se tratase. No voy a mentir si digo también, que respetamos las opiniones anteriormente enunciadas, pero no las compartimos.

No es ese el motivo de la reflexión de hoy. Lo que me trae a esta cuartilla digital, es el trasfondo de la cuestión y la materialización más o menos recurrente de cuestiones de este tipo en nuestro ámbito laboral y académico:

1º La reafirmación constante de nuestra profesión como elemento de dignificación: Visibilización, dignidad profesional, reconocimiento social…son términos que históricamente han acompañado a nuestra admirable labor. Siendo ciertas en muchos momentos, creo que la madurez de la misma, jamás podrá hacerse completa si no nos quitamos el corsé del tener que descifrar a cada paso y proyecto que damos, el qué hacemos? y por qué lo hacemos ?.

En definitiva, quienes somos l@s edus@s y cuanto ponemos de nuestra persona en nuestro desarrollo profesional. Está última cuestión, es pelín peliaguda, si tenemos en cuenta que en todas aquellas profesiones donde se trabaja con personas, se entiende como natural una predisposición suplementaria al servicio. No son tuercas, ni neumáticos, son tus iguales y responder a sus expectativas se hace a priori, necesario.

Personalmente y amén de equivocarme, la idea vocacional no me gusta.


2º La (des)confianza como elemento de (de)construcción profesional: No se si en boca de nuestro compañero Cosme Sánchez Alber o en un@ de sus compañeros de Interabide, surge constante y acertadamente la idea recurrente de la importancia del sujeto como pilar fundamental de la acción socio-educativa. Pero no solo la relevancia per sé, si no que la construcción de cada caso y cada particularidad, parta de la base del respeto al otr@, a su identidad y particularidades. Creo que lo llaman, creer en la personas…

Dice un amigo mío, perversa e irónicamente que los educadores sociales con pintas de educadores sociales (recomendaría encarecidamente el artículo de Tote sobre el Educalook) no le producen mucha confianza, por el hecho de defender todo lo políticamente correcto y las injusticias sociales del sistema intergaláctico, pasando por alto en ocasiones las más livianas y frecuentemente, cercanas.

La profesión no puede vivir en constante sospecha de que “lo externo” (aquello que no pertenece a nuestro ámbito o las ciencias sociales, extendiendo más el campo) es nocivo y generador de turbias conspiraciones e intereses. A no ser, que defendamos como estado socio-político idóneo, una anarquía. Dícese de vivir en coherencia, pero aún se anda buscando dicha inmaculada casta.

La gran familia Educablog pretende ser en esencia; reflexión, generación de pensamiento, retroalimentación, debate, consenso y crítica. Con un único objetivo final: dar visibilidad a la profesión, escribiendo sobre la misma: desde la práctica, principalmente y hacía la teoría.

La otra opción final que nos queda si no, sería la de una rendición diplomática, donde no haya conflictos ni debates y la propia realidad nos ponga a todas las partes en el eslabón más débil de la cadena. Siendo padre, niño y burro a la vez.

Grabado: Giovanni Piranessi


EducaBlog, Blog sobre Educación Social

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